domingo, 12 de junio de 2011

La Importancia de los Límites

"Educar a un niño es como sostener en la mano un jabón.
Si aprietas mucho sale disparado, si lo sujetas con indecisión se te escurre entre los dedos, una presión suave pero firme lo mantiene sujeto”. (Anónimo)

La vida actual ha cambiado los sistemas educativos. Los padres comparten más con los hijos y tienen una relación menos distante, pero a la vez son muchas las familias en que ambos progenitores trabajan fuera de casa y tratan de compensar el tiempo perdido con excesiva permisividad y concesiones de todo tipo.
Hoy en día se está dejando de lado el modelo autoritario en el que los niños cumplen órdenes sólo porque la autoridad lo dice, por un modelo más flexible, permisivo y tolerante. Pero es fundamental comprender que ese nuevo modelo no significa no poner límites. Por el contrario, hoy en día se busca formar niños independientes, autónomos, seguros y reflexivos, para lo cual el establecimiento de límites es primordial.

Los límites constituyen un eje organizador de la vida de los niños, les proporcionan seguridad, son una referencia de sus conductas y les enseñan a renunciar a sus deseos y a tolerar la frustración. Estos les permiten darse cuenta de lo que pueden y lo que no pueden hacer, ordenando y dando un sentido a su existencia. Le dan la seguridad para saber hasta dónde puede llegar, qué puede hacer y qué no; también, le indican que sus actos tienen consecuencias, tanto positivas como negativas, con lo cual va aprendiendo que hay situaciones que pueden generarle daño, sin límites no puede autorregularse.


¿Qué es un Límite?
Es sinónimo de amor y contención.
Es el primer acto de amor que los papás le ofrecemos en la vida.
Es el primer organizador de su vida.
No es algo más agregado, que puede ponerse o no. SIEMPRE están, aún sin estarlo
Dar y poner límites es enseñarle a nuestro hijo a que aprenda a esperar y a saber que todo no es aquí y ahora. Que hay cosas que puede y hay otras que no puede hacer o tener.

El ser humano necesita normas y rutinas para crecer y desarrollarse con estabilidad y seguridad emocional. Los límites le dan al niño una sensación de seguridad. Cuando crecen con límites y reglas establecidas saben qué esperar ante sus acciones y saben lo que sus padres esperan de ellos. Pero es necesario establecer qué se considera importante y  qué es apropiado para la edad del hijo y luego dejárselo claro. Las reglas contradictorias o poco claras solo confunden y a veces llegan a generar problemas en la pareja por el poco acuerdo que existe entre ambos, y el niño busca ahí el espacio para manipular. Ambos padres deben estar de acuerdo y crear un frente unido, ya que los niños desde muy pequeños perciben todo lo que les rodea.


Los límites son necesarios porque:

•    Dan seguridad y protección: si el niño es más fuerte que los padres y es él quien pone límites, no se podrá sentir protegido.

Permiten predecir la reacción de los padres ante determinadas situaciones y comportamientos.

•    Ayudan al niño a tener claros determinados criterios sobre las cosas. Son una referencia.

•    Les permite afrontar con éxito las situaciones sociales aprendiendo valores. Fortalecen su conducta y crecimiento personal.

•   Les permite un mayor Autocontrol. El grado de autocontrol que tienen los niños depende, en gran medida, de la actitud de los padres.  El autocontrol como la tolerancia al dolor se educa.

•    Favorecen el desarrollo moral: qué es lo que puedo y lo que no puedo hacer.

Teniendo en consideración los puntos anteriores que demuestran la necesidad de que los niños deben aprender constantemente límites para sentirse seguros y aceptados en nuestra sociedad. Es imperioso determinar de qué manera podemos educar a nuestros hijos de tal manera que “Enseñar” no sea sinónimo de “Castigar”.
  
¿Como podemos aplicar límites y no morir en el intento?
Una disciplina eficaz a la hora de aplicar los límites a nuestros hijos es lo más importante. Si nosotros presentamos una buena regla, nuestro hijo estará dispuesto a cumplirla porque lo que quieren ellos es agradarnos y encajar en nuestra sociedad. No nos encontramos preparados para establecer los límites. Nos falta habilidad para hacerlo. Hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad y con demasiada autoridad. Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y "ahora" (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

1.    Tener objetividad
2.    Ofrecer opciones
3.    Ser firmes
4.    Acentuar lo positivo
5.    Siempre explicar el por qué de la regla establecida
6.    Sugerir una alternativa
7.    Ser consistentes
8.    Desaprobar la conducta, no al niño o niña
9.    Controlar las emociones

El no imponer límites y no darnos el tiempo de enseñar a nuestros hijos a diario puede traer algunas consecuencias para su posterior desarrollo que no les permitirán ser adultos sanos y felices. Es por eso que la investigación demuestra que los niños sin límites en la infancia, pueden tener graves problemas de conducta y de aprendizaje en la escuela, tienen una adolescencia más conflictiva y no tienen un buen futuro desde el punto de vista emocional.

De esta manera algunas de las consecuencias serían:

•    Niños egocéntricos, intolerantes y caprichosos
•    Se enfadan frecuentemente
•    Mandan en la casa
•    Culpan a los demás de sus errores
•    Pueden desarrollar también una personalidad tímida, inhibida, insegura

Algunas sugerencias:

1. Pedir a los niños que se comporten o que hagan cosas en las que los propios padres sirvan de ejemplo a imitar (pedirles que lean, cuando  los padres también lo hacen).

2. Cuando haya un comportamiento adecuado o inadecuado que a este comportamiento le siga siempre una consecuencia.

3. Evitar las contradicciones: el padre dice una cosa y la madre otra.

4. Transmitir las normas o límites de forma clara y concisa. En casa habrá unos límites y el niño sabrá las consecuencias de su cumplimiento o incumplimiento.

5. No poner un número excesivo de normas o límites y siempre acorde con la edad.

6. Evitar poner unos límites excesivamente estrictos. 


!!!Paciencia, buena práctica y buena suerte!!!







Entrada basada en una publicación de "Cosquillitas en la Panza"

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